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Alimentación saludable: Comamos bien para sentirnos bien

La alimentación saludable es aquella que aporta a cada ser humano todos los alimentos que su cuerpo necesita para así cubrir los requerimientos nutricionales en las diferentes etapas de la vida.


El llevar una alimentación saludable nos ayudará también a reforzar nuestro sistema inmunológico ante la presencia de cualquier virus.

Por eso mismo, nuestra alimentación debe de ser completa, equilibrada, variada, suficiente y segura.

Cuando se habla de comer de esta forma, no se trata de que tengamos que comer sólo pollo cocido o sólo ensaladas, sólo té o batidos o nada de carbohidratos, entre otros.

Sino que se trata de que podamos incorporar todos los nutrientes necesarios a diario y que en nuestra alimentación estén todos los grupos de alimentos como:

  • Verduras y frutas

  • Lácteos bajos en grasa

  • Carbohidratos

  • Proteínas animales y vegetales

  • Grasas saludables

Comer saludable no significa que nunca vamos a poder comer algo que nos guste como una pizza, una hamburguesa o un chocolate o un helado. Claro que lo podemos hacer y tenemos que saber, que un pedazo de pizza no nos hará subir de peso y una ensalada no nos hará adelgazar.

¿Cómo sé cuánto debo de comer de cada grupo de alimento? ¿Cuántas son mis porciones?


Antes que nada, si es muy importante que acudan con un profesional de salud, en este caso, una/un nutricionista para que los pueda asesorar y acompañar en este proceso de mejorar su estilo de vida.

Y para poder conocer cuánto es lo que debemos de comer, cada uno de nosotros tenemos requerimientos nutricionales en función a nuestra edad, sexo, talla, actividad física y estado de salud o enfermedad.


¿Cómo debe estar distribuido mi plato?



El plato para comer saludable, es una guía en donde se presenta la distribución de nuestros grupos de alimentos para poder llevar una alimentación saludable y equilibrada.

Como podemos observar, la mitad del plato está cubierto de verduras y frutas y la otra mitad con los demás alimentos.

½ de su plato: la mayor parte de nuestro plato debe ser de verduras y frutas, ya que nos aportan vitaminas y minerales cuya función es protegernos o reforzar nuestro sistema inmunológico. Intentemos incorporar color y variedad.

¼ de su plato: comamos una variedad de carbohidratos y granos integrales como arroz integral, trigo integral, pasta integral, pan integral, cereales integrales o papa, yuca, camote, entre otros. Aunque ustedes no lo crean, son alimentos muy importantes y nos aportan energía. Por eso, ¡no debes de eliminarlos de tu alimentación por completo!

El otro ¼ de su plato: agregar proteínas de origen animal (huevos, pescado, pollo, atún, carnes magras) y proteínas de origen vegetal (leguminosas, garbanzos, soja, lentejas, frijoles). Tener cuidado de no excederse en el consumo de embutidos por su contenido de sodio. Las proteínas tienen funciones constructoras.

Aceites o grasas saludables: escoja aceites vegetales saludables como aceite de oliva, aceite de canola líquido o en aerosol, aceite de aguacate, entre otros. Evitemos los aceites que son parcialmente hidrogenados, los cuales tienen grasas trans no saludables.

Agua pura: aumenta el consumo de agua pura por lo menos hasta los 2 litros al día. Disminuye el consumo de bebidas azucaradas o refrescos artificiales y alcohol.


No sólo es importante mejorar nuestra alimentación, sino que también hay que mejorar los siguientes hábitos:

Mantenernos activos: realizar actividad física por lo menos 3 a 4 veces por semana 30 minutos.

Dormir mejor: descansar por lo menos de 6 a 7 horas.

Disminuir el consumo de sal

Si realmente queremos mejorar nuestros hábitos y llevar una alimentación saludable, es importante buscar ayuda profesional para conocer los requerimientos nutricionales que nuestro cuerpo necesita, ya que este detalle del plato saludable es general (no es personalizado).

Como nutricionista, los motivo a que se animen a mejorar su calidad de vida, a ganar salud y a ser su mejor versión.

¡SÍ SE PUEDE!

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